María Loretto en el Monte Sion

Las hermanas premonstratenses se establecieron en Suiza ya en el año 1126. En la primera mitad del siglo XIII poseían, junto con los monasterios masculinos, un total de 15 conventos, pero estos no sobrevivieron a la reforma del siglo XIV. El convento de la Adoración Perpetua del Monte Sion en San Gallen fue fundado en 1776 por Joseph Helg. Su edificio se encontraba en el camino de peregrinación desde el sur de Alemania, a través de Uetliburg y Gomiswald, hasta Einsiedeln; por lo que siempre estaba abierto para recibir a los peregrinos. A través de la iniciativa del padre Helg, llegaron las primeras hermanas del convento de Schussenried (Baden-Württenberg) donde después de un corto noviciado hicieron sus votos. Sin embargo, la comunidad pasó a la jurisdicción del obispado y los derechos de la Orden se extendieron solo sobre la dirección espiritual. No obstante, la Comunidad consiguió sobrevivir a los tiempos agitados de la Revolución Francesa, gracias al obispo de Chur y al de San Gallen.

Las hermanas establecieron, desde la fundación, una estrecha relación de oración con la gente de su alrededor, a la que denominaron 'triple vínculo': estar cerca de la gente en la oración, compartir con ella su vida cotidiana y acompañar a los muertos y a los moribundos con oraciones.

La comunidad fue aprobada por el Capítulo General de 1897 que la puso bajo la vigilancia del abad de Tepla. Hoy las monjas están bajo la jurisdicción del obispo de San Gallen. A pesar de tener mucho trabajo, las hermanas son adoradoras permanentes - en su capilla tienen adoración las 24 horas — y rezan también el oficio completo.

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